viernes, 11 de septiembre de 2009

Sacrificios

En mis recientes vacaciones en el paraíso chic de Cannes, he tenido la oportunidad de pasar el rato con una vieja amiga que o es otra que la archi-ami-enemiga de mi querida reina… todo ello me a hecho pensar en como llegaron a este punto del que me temo que ya no habrá retorno…

Ser reina exige demasiado y eso es algo que una nunca se debe de olvidar. Exige una vida de rencores y odios por parte de muchos, aunque siempre habrá amor y cariño por parte de otros. Exige vivir para todo el mundo menos para ti… incluso exige algún sacrificio…

No es que yo no sea una de sus fieles amigas, su consejera, pero una reina solo tiene un alma gemela, esa mujer a la que llegado el momento estaría dispuesta a ceder su corona, su reflejo en el espejo. Pues bien mi reina perdió su reflejo hace ya algunas primaveras. Perdió porque algunos ambician cosas que no les pertenecen, lo que es de una reina es suyo, nunca nadie debe de tocarlo por mucho que te tiente; porque has de saber que las reinas imparten justicia para todos, y más cuando quien avisa no es traidor..

Yo lo he visto, he visto como dos iguales peleaban por una misma cosa, pero claro esta solo puede ganar una…y no hace falta que diga vence en estos casos; también vi como esperaban el perdón una de la otra, uno que nunca llegó y que fue alimentando el rencor de sus pequeñas personas… la vida es ese juego que exige ofrendas inesperadas, y un reino es esa batalla constante donde solo puede vencer una…

Y no pienses que los sacrificios no duelen, lo hacen y demasiado, son las espinas que llevaras en tu corazón siempre, y es que a veces tomarás decisiones que te superaran, que no olvidarás, incluso de las que estarás esperando la oportunidad de arrepentirte, pero que no podrás… y ahora dime amiga mia ¿estarás dispuesta a ello?

Porque no hay nada mas doloroso para una reina de 17 años que sacrificar a su mejor amiga, y me temo que es el precio a pagar por conservar la corona…

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